
Entrar en el reino de Weissland1 es cruzar la puerta hacia la fantasía. Long-Ohni nos lleva a una ficción medieval donde reyes, reinas y territorios en conflicto se entrecruzan en amores, enemistades, amenazas y traiciones. Una marca con forma de corazón en la piel es la ambición de muchos, y una señal de victoria.
Con un lenguaje comprensible para los jóvenes lectores, pero que al mismo tiempo revela una cuidadosa elección de los términos para mantener el clima épico, las secuencias narrativas se suceden unas a otras con sorprendente agilidad y una continua sensación de suspenso. La descripción de las costumbres, vestidos, banquetes y manjares, salones, castillos y torres, permite que nos representemos con claridad los escenarios; así como la prosa, en ocasiones poética, nos revela el alma de los personajes y nos permite ser testigos de sus ocultos temores, sus dolores, sus miserias y su nobleza.
Los reyes Caterina y Kaspar han tenido, finalmente, una hija. La princesa Irmela, como toda mujer de la familia Herzen, no luce en su piel el estigma que habilita el acceso a la corona, pero tiene la facultad de transmitirlo. Cuando llega su juventud comienzan a rondar los pretendientes. Irmela duda entre el carismático Dieter y el noble Erwin, hasta que termina eligiendo a este último. Cuando nace la pequeña Lizbet, hija de Irmela y Erwin, el resentimiento de aquel pretendiente despechado por la reina sobrevuela la cuna de la recién nacida y se concreta la venganza.
A partir de este momento la historia gira en torno a un niño y una niña que no son lo que parecen.
El motivo de la identidad es un tópico usual en las obras de literatura juvenil. Las reflexiones sobre cómo uno es, cómo quisiera ser, lo que se siente y se desea, el lugar de pertenencia y la aceptación o no por parte de quienes nos rodean, padres, amigos, familia, son asuntos que atraen al joven lector. Weissland, (el estigma de los Herzen) no deja de ser una aventura que gira en torno a la educación y al amor de familia (de sangre o por adopción), al enamoramiento y la fidelidad a uno mismo; en definitiva, pasos de maduración vitales en la transición de la niñez a la adultez y en el desarrollo de la personalidad. Incluso Long-Ohni aborda con altura ética y estética el tema de la identidad sexual.
La novela ha sido prologada por la escritora Darcy Tortonese. Coincidimos cuando Tortonese revela que “Los lectores -jóvenes, niños o adultos- la leerán de un tirón, sin poder abandonarla, como a mí me pasó” y cuando concluye: “Espero que estas palabras, que traducen mis sentimientos más que la pretensión de elaborar un análisis, los inviten a la lectura de esta novela deliciosa”.
Escribir una reseña sobre un libro para jóvenes conlleva un riesgo y es que uno, adulto, no pueda soslayar el afán didáctico o el análisis teórico más ortodoxo, por lo que se corre el riesgo de escribir un texto que se limite a reflexionar críticamente sobre la calidad de estilo y enumere juiciosamente los valores literarios encontrados en la obra, ocasionando que la reseña en cuestión termine restringida a adultos capacitados en la comprensión de dichos conceptos. Difícilmente una reseña de ese tipo sea grata a los ojos y a las mentes aún en formación de los destinatarios de la obra. Esta reseña quisiera ser tanto un elogio de Weissland como una invitación a un adolescente o joven a leerla, por lo que a ellos irán dedicadas las siguientes palabras:
Es un libro que te atrapa de principio a fin en una aventura inusual, donde te quedas esperando la siguiente vuelta de tuerca de la trama. Los personajes se cruzan y entrecruzan sin reconocerse y uno, lector atento, se siente con ganas de entrar en el libro y enderezar los entuertos. Los personajes principales se encuentran muy bien definidos y es fácil empatizar con ellos, e incluso los antagonistas, figuras ineludibles en toda fantasía épica, adquieren una consistencia digna de la mejor pluma.
Silvia Long-Ohni fue una escritora prolífica en poesía, narrativa y ensayo. Quien suscribe estas líneas tuvo el grato deber de evaluar la novela Weissland, el estigma de los Herzen, y, junto con otros dos jurados, la consideró digna de recibir la Faja de Honor de la SADE 2018. Mayor fue el placer cuando en la ceremonia realizada en diciembre de 2019 y a pesar de su delicada salud, Long-Ohni se presentara y pudiera entregarle en mano el Diploma correspondiente.
Long-Ohni falleció el 12 de febrero de 2020. Esta reseña es un humilde homenaje de quien evaluó la obra con puntillosa rigurosidad crítica pero que la disfrutó como si fuera una adolescente con ansias de asombro, romance y aventuras.
(1) Weissland (el estigma de los Herzen), de Long-Ohni
Junín, Pcia. de Buenos Aires: De las Tres Lagunas, 2018, 144 p. ISBN: 978986563895

María de la Paz Perez Calvo
Licenciada en Psicología y escritora. Vicedirectora del Departamento en Literatura Infantil y Juvenil del ILCH. Profesora Adjunta en la Diplomatura en Literatura Infantil y Juvenil de la SADE. Publicaciones: Saga Martín el Guardián, La larga calle del barrio (novela); ¡Socorro, mamámomia! (novela)