Tras ocho años de lanzar su libro y a dos décadas de la creación de AyCS que preside la docente y artista Nora Giordano, la Comisión Directiva y un gran equipo de colaboradores, médicos, psicólogos, docentes, fundaciones, artistas y amigos; se dieron cita para celebrar -en un emotivo repaso- 15 años de personería jurídica de la ONG, en el Salón San Martín de la Legislatura Porteña.
“Hay dos caminos para la realización, la creatividad y el servicio”.
Dr. Herminio Castellá.
El arte y la cultura, inciden en el ánimo, fomentan el bienestar y mejoran la calidad de vida. Basta recordar la pandemia, para asentir al valor terapéutico de expresiones y abordajes que atraviesan estos ejes. Para tratar estos tópicos, junto a la Profesora Giordano de la asociación civil sin fines de lucro Arte y Cultura para la salud (AyCS), que promueve al arte como facilitador del sentido de la vida; participaron en la mesa de disertantes la Directora del Palais de Glacé Lic. María Paula Zingoni, la Dra. En Psicología con orientación en Neurociencia Cognitiva Aplicada Cecilia Serrano, la Lic. Adriana Farías y la Lic. Mariela Klos.
La integración desde el arte, coadyuva en que cada ser humano – con o sin discapacidad- pueda desarrollar su creatividad en potencia; favoreciendo la integración social y cultural, hacia la superación de obstáculos en uno mismo y en el intercambio con los demás.
Asistir a un concierto, al teatro o al cine, a una exposición de artes visuales o a un taller de escritura creativa, de cuenta cuentos, de expresión artística o corporal, de movimiento a través de la danza, de creación digital, de canto…, nos moviliza y beneficia a todos por igual.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), valida estos recursos instando a que los gobiernos y las políticas públicas, promuevan un arte para la salud, dado que es una construcción social. Distintos hospitales públicos y organizaciones no gubernamentales o privadas, ofrecen espacios de cruce entre las artes, salud, calidad de vida, cuidado paliativo y bienestar.
Estos espacios, ofrecen nuevos lugares de expresión subjetiva, también para lo que no se puede abordar desde la palabra. Tal es el caso de pacientes afásicos, que, al perder el lenguaje, si bien son incapaces de expresarse por esa vía; acorde a las áreas neurológicas afectadas, pueden sin embargo hacerlo, a través del icono de una palabra o del canto. La Dra. Serrano también amplia casos de estudio de enfermedades degenerativas o trastornos cognitivos conductuales con conductas compulsivas y cambio de carácter, como el caso de una Profesional de Bellas artes, que atraviesa periodos de intensa producción.
En las personas mayores, en quienes padecen demencia tipo Alzheimer; la música promueve el bienestar emocional. Estimula la capacidad de recordar y pensar, los conecta con sus recuerdos y en ocasiones, los anima al canto, a marcar el ritmo y mover el cuerpo.
Hay una sensación de mayor autonomía y libertad desde la expresión artística, que eleva los estándares de felicidad; tanto en los pacientes como en sus familias, en los equipos de salud, médicos, neurólogos, artistas y docentes en su amorosa entrega.
El artista Luis Espinosa (1962-2018) decía: “Basta con mirar alrededor para percibir que la verdadera fiesta, sucede en cada uno de esos actos tan humanos, pequeños triunfos… Nuestro triunfo será la vivencia de la integración, cuando digamos: pudimos juntos y cada uno, desarrollar alguna de nuestras capacidades”.
Un pionero del buen trato es Philippe Pinel (1745-1826). Primer psiquiatra humanista, retratado en La ruptura de las cadenas, quitándolas a un enajenado, en el hospital de la Sâlpetrière de París, que usa un método educativo desde la expresión artística como tratamiento terapéutico. En el Tratado médico filosófico de las enfermedades mentales, sugiere que la ocupación en actividades artísticas, la música o el teatro pueden ser utilizadas terapéuticamente.
Otra valiente del sistema en sus aportes al respeto a la dignidad humana, fue la inolvidable Dra. Nise da Silveira (1905-1999). Psiquiatra brasilera, discípula de Carl Gustav Jung quien fuera presa en 1936 por leer libros “sospechosos”, fue destinada al lugar menos prestigioso dentro del hospital donde trabajaba desde 1944: el Sector de Terapia Ocupacional del Hospital Pedro III. Allí, sin presupuesto y con el único apoyo de su marido, el médico sanitarista Mario Magalhães da Silveira y su colega Fábio Sodré; ella instituye la terapia ocupacional por medio del arte y su contención, en reemplazo de la camisa de fuerza, el electroshock y la lobotomía. Reflexiones a partir de su vida y los desafíos en salud mental, que pueden verse en el film NISE.
En el libro de AyCS, el médico psiquiatra y arteterapeuta chileno Carlos de los Ríos, aborda el ineludible cruce entre la Historia de la Psiquiatría y el Estudio de la expresión plástica; referenciando a Pinel y otros referentes como Ambroise Tardiu, el Dr. Max Simon, Cesare Lombroso y el Dr. Auguste Marie. En esta mirada pionera de la psicología contemporánea, Pinel identifica un tiempo libre en los manicomios y ve en sus “locos” a un sujeto humano con posibilidades de cura. Les ofrece materiales para pintar, los acerca al arte y a ese impulso creador que tiene todo ser humano.
Otros precursores de esta mirada humanista son Abraham Joly, William Tuke, Vicenzo Chiarugi y el médico Joseph Guislain el llamado “Pinel Belga”, que proponía actividades ocupacionales en artes plásticas por los beneficios que percibía al enseñar a los pacientes a pintar, dibujar o esculpir.
Volviendo al libro de AyCS, la médica psiquiatra infantil, psicoanalista y artista Griselda Vázquez, encuentra la relevancia de la creatividad en sus más de cuatro décadas de investigación en profilaxis quirúrgica. La creatividad es la gran estrategia que acompaña a la educación.
Para aprender y Ser, un niño necesita amor y alimentación, juego y descanso, naturaleza y dedicación… Un pueblo educado, con herramientas para utilizar esa información; es un pueblo creativo. Podemos pensar una sociedad mejor, más resiliente a partir de estas bases.
Resiliencia, sentido de la vida y valores, se enraíza desde la experiencia del Dr. Viktor Frankl en un campo de concentración y florece desde su creación integral en la Logoterapia y el Análisis existencial aunando la vivencia psíquica, somática y espiritual (noética).
“La resiliencia es la capacidad de afrontar la adversidad, saliendo fortalecido…”. Las perdidas y desafíos tempranos han dejado una huella de resiliencia infantil en muchos, y un consecuente equilibrio emocional y tenacidad posterior, como la que comparte Giovanetti, en el volumen referido, cuando se refiere a su condición de artista.
Un arte como manifestación de la expresión subjetiva, tiende a comprender que le pasa a la persona sufriente. En la arteterapia, la persona expresa algo propio. Quizá no exactamente el padecimiento, pero a través de una consigna sencilla, puede emerger algo entre la luz y la oscuridad…
Dentro de las alocuciones de la Jornada en la Legislatura, se compartió un texto del gran escritor recientemente fallecido, Paul Auster: «El arte no va a transformar de inmediato la sociedad. Ni va a evitar que los niños sufran hambre, en ese sentido es inútil. El arte sirve otra función, de tipo espiritual. Abre las mentes y corazones de las personas a las vastas posibilidades de la vida humana. Hablando de las artes narrativas, la literatura, el teatro, la novela, el cine nos conectan con otros seres humanos. Pueden crear cambios espirituales en nosotros. El arte siempre estará. No puedes evitar que la gente haga arte, porque es una necesidad humana. Necesitamos hacer poemas, cantar, pintar cuadros… Imagina el mundo sin eso, sin música o libros, o danza… es eterno, es una necesidad, es como la comida, una comida espiritual. Si no tenemos arte, moriremos espiritualmente».
Las artes, son puentes que coadyuvan en conectar y transformar el mundo en el que vivimos. Unir micro universos de magia desde el cuerpo, la mente, el yoga y distintas disciplinas de actividad creativa; transforman a las personas y sus espacios, a los pueblos y a las naciones.
La labor en talleres, en barrios carenciados, en personas afectadas por el consumo de drogas, en colaboración conjunta entre instituciones y fundaciones; se refleja en el crecimiento de cada actor.
La educación creativa es dotar de iniciativa, confianza, responsabilidad, estima, una actitud renovada y recursos para afrontar problemáticas de cualquier índole. Así, desde 2009 AyCS desarrolla una comprensiva y amorosa tarea pedagógica con niños, adolescentes, adultos y adultos mayores en pos de explorar e incrementar sus capacidades desde diversos formatos, en seminarios y jornadas en espacios culturales, escuelas, hogares, hospitales y espacios públicos.
La crítica Rosa Faccaro (1931-2019), se refería a la labor del taller de arte Integrados así: “…en la pluralidad de las opciones, al asumir el concepto de integración, se puede abordar lo diferente, hablando del proceso evolutivo de niños y adultos. Existe en el taller una sola meta de trabajo que los une: atender el acto creativo como una tarea irrenunciable que provoque una apertura a la emoción y al conocimiento del mundo subjetivo. . . Al contactarme con esos seres que, no solo tenían la capacidad de crear, sino de vivir valientemente y disfrutar de la vida, de la compañía, de los festejos, del trabajo y de los otros; entonces entendí que era educar para la vida y que papel fundamental tenía la labor artística, en tal empeño”.
Comunicar estos núcleos de acción, también tomó el formato radial saliendo al aire desde 2013 a 2018 por radio Palermo en el programa “Arte y Cultura para la salud” conducido por Nora Giordano y equipo, con musicalización del artista geométrico Miguel Ángel Giovanetti.
La actual comisión directiva, presidida por Giordano, está integrada por el secretario Flavio Charkowy, el tesorero Christian Charkowy, las vocales Beatriz Sánchez, Mariela Klos y Elsa Cabral; como órgano de fiscalización.
El emotivo encuentro para celebrar su comprometido aporte en pos de acciones tan imprescindibles, fue el marco de reconocimiento a la labor social de la Asociación A.L.M.A de Ayuda al Mal de Alzheimer, a la Fundación F.A.N.D.A de ayuda al niño con discapacidad, a la Fundación Julio Bocca, Fundación Juanito de protección a la infancia y a la adolescencia en situación de vulnerabilidad y a la Asociación Proyecto Suma, por la recuperación y la inclusión social y laboral de personas con padecimientos mentales severos y a la Fundación Sonia López de Danza y Danzaterapia.
Para los 10 años de “Integrados”, AyCS impulsó muestras itinerantes que comenzaron por el Espacio Colegiales hacia instituciones de CABA y el interior del país que se ven interrumpidas por la pandemia y se han retomado actualmente.
El cierre, estuvo a cargo de otras preciadas colaboradoras. Dirigiéndose a la comunidad de adicciones, Jesica Suarez a cargo de la Dirección de Adicciones a quien AyCS agradece su incondicional apoyo en esta labor holística e integradora del arte como mejorador de la salud. Por su parte, la Dra. Paula Zingoni, funcionaria en la Dirección del Ministerio de Salud de la Nación, expresó en palabras resonantes:
“La salud es mucho más que el bienestar físico o mental. Estar saludable, es estar bien con cómo nos sentimos con quienes somos… Las personas son más de lo que creen ser, más de lo que otros creen que son. En este “soy”, soy reconocido, me expreso, puedo decir que emoción tengo y como me siento. Por eso, el arte -en este sentido- tiene mucho que hacer.
Aunque se esté atravesando una enfermedad o un mal momento, lo “saludable” es la expresión del ser. . . En el arte se diluyen las diferencias. Es bueno trabajar juntos, desde distintas instancias y ver que puedo aportar desde mi metro cuadrado, para el bien del otro, de los demás en comunidad hacia una mejor sociedad”.
IG: aycs.ong
Fb: aycsargentina