A dos años de publicar Temas Humanos desde la Mirada de las Escenas Matrices y de reeditar Sanando al niño que fui (y que aún se encuentra en mi interior), llega en un lenguaje accesible, el más técnico de sus libros sobre psicología. Un corpus teórico en psicopatología que sintetiza seis años de labor docente y directiva desde su novedosa mirada de las escenas matrices que crea en 2015 y funda como escuela en 2016.
El nuevo libro del Mauricio Weintraub a presentarse el 22 de marzo próximo, detalla síntomas de cuadros psicopatológicos y procesos que se manifiestan en la persona que los padece. La estructura de contenidos invita a repensar el abordaje desde la mirada de las escenas matrices, sin circunscribir al paciente a la diagnosis de la descripción sintomática. Promueve entender y contactar humanamente con quien padece para, a partir de no perderlo en la etiqueta diagnóstica, poder darle una mano que lo ayude a ir hacia adentro y a dar el próximo paso.
A su vez, el volumen enmarca el desarrollo dinámico de la atención de psicopatologías (eje teórico del tercer año en la formación en escenas matrices) y desencripta aspectos técnicos del campo de la psicología, comprensibles fuera de esta especificidad por la lamentable prevalencia de estos cuadros que forman parte del lenguaje coloquial cotidiano.
A diferencia de un manual diagnóstico psiquiátrico que encuadra y tipifica, la psicología desde las escenas matrices, ofrece una posibilidad novedosa. Aporta una mirada histórica a la diagnosis: ¿Cómo se llega a este cuadro? ¿Cómo se conforma y se sigue sosteniendo desde el interior del paciente? Asimismo, hay una mirada digna al armado del sujeto y a su problemática al ponerse a la escucha de cómo lleva en el cuerpo el dolor y el sufrimiento, a ese síntoma devenido en cuadro psicopatológico, mejor modo que encuentra -hasta el momento- para expresar lo que le sucede.
A partir de esta disponibilidad a la escucha, hacia sanar estos acontecimientos, el sujeto encuentra un rapport en ese alguien que lo escucha. Acción compleja esta escucha amplificada, en el sentido de que, en esta relación, se prioriza no solo lo no escuchado, sino todo aquello que no fue respetado, atendido, defendido, no mirado e ignorado, para que el sujeto tenga por fin su lugar. A partir de esa sintonía en el vínculo, el paciente tiene menos necesidad de “contar” lo que pasa a través de un cuadro psicopatológico, lo cual posibilita la disolución gradual de algo del síntoma.
Las ideas de Weintraub -que luego lleva a esquemas y clases- han ido consolidando en el tiempo un corpus teórico sobre psicopatología de seis años de evolución.
En un in crescendo de rigurosidad llegan estos contenidos al libro. Proceso que requiere de dos a tres años. En este sentido, este volumen es el más desafiante para el autor, quien, inicialmente, escribe los textos para comprender él mismo a nivel teórico lo que en principio aparece como intuiciones e ideas generales.
A partir de esta modalidad de revisión conceptual, en la iteración de la mirada sobre depresión u otros estados como factor común al principio y/o al final de los cuadros psicopatológicos, emerge una renovada claridad junto a una suerte de síntesis de la comprensión profunda de su propio pensamiento. Perspectiva desde donde emerge que, en el fondo de la bipolaridad, de los trastornos de ansiedad o de la personalidad, hay depresión. Hay un nene o una nena en el pozo. “Mirar” un niño no significa ver lo que uno quiere (contratransferencia), sino realmente verlo a él.
Este “ver” al niño como protagonista es esencial en las escenas matrices. Concepto complejo y dinámico, de varios niveles actualizables permanentemente, al que llega su creador, no solo a partir del propio pensamiento -desde teorías y sólida práctica para acompañar la relación con el paciente en el encuadre psicoterapéutico- sino como un modo característico de mirar la vida.
Vida en la cual el autor, desde pequeño, se pregunta sobre la realidad de distintas maneras:
– ¿Por qué algunas personas se enojan y otras no?
– ¿Vemos igual los matices de lo que, por convención, llamamos “rojo”?
La vibración del color, análoga a las tonalidades de la música, rondaba temprano su mente.
Estas tonalidades de “lo mismo”, se integran simbólicamente en la expresión salutógena del trabajar y la capacidad de amar freudiana en la esencia del psicólogo, escritor, músico y director de orquesta, formador… afluentes de un mismo río vital. Certidumbres que trae Mauricio Weintraub niño y valida en su recorrido, aunque le dijeran que crecer lo haría cambiar de idea.
Aun sabiendo que no era necesario, es su propio camino quien prueba desde contenidos teóricos, su mayor certeza y sostiene su creencia básica e inamovible, la del sentir puro del niño, en su adulto: #todos somos amor”, y para serlo o buscarlo hasta sentirse-ser-amor, pasamos por un espectro de situaciones y emociones donde emerge el abandono, el daño, la ira…
Un camino con otros, útil a uno mismo y a los demás. Tal sucede al crear las escenas matrices y el espacio “Habitar(nos)”. El orden de la ayuda pensada como servicio, se dinamiza orgánicamente en la labor de equipo, toma vuelo junto a otros.
El núcleo del quehacer humanista enfatiza el encuentro con uno mismo y con un otro de afuera.
Una muestra de ello y su respuesta, acontece en plena pandemia, con espacios de media hora para reflexionar sobre temas cotidianos que propone el lic. Weintraub en las “Charlas de los miércoles”. Estos bloques, pensados en una duración de tres a cuatro encuentros, se extienden a 33 episodios, parte de los cuales figuran en el libro Temas humanos, el cual tendrá su segunda parte en 2025.
Esta zona de encuentro online, resulta ser un espacio al que accede mucha gente que se niega o no se anima a hacer terapia. Esa media hora sobre un tema que lo interpela, estimula otros resortes. En ocasiones, este acercamiento a un tema personal promueve un proceso terapéutico futuro o impulsa acercarse a algunos de los talleres de escenas matrices abiertos a la comunidad de los tres que se ofrecen mensualmente, siendo el cuarto sábado de cada mes, gratuito.
Algunos ejes fundantes de Habitar(nos) son:
– Los seres humanos son básicamente buenos. Por tanto, cuando hacen daño (a otros o a nosotros mismos) es porque algo les duele y no saben qué hacer con ello.
– Aquello del otro que nos mueve, es nuestro.
– Todo aquello que excluimos aparece con más fuerza y abruptamente.
– Lo que nos gusta y lo que nos disgusta de nosotros, tiene derecho a tener un lugar en la casa que somos.
En este entramado orgánico de encuentro psicológico y emocional de la persona, bajo la dirección general de Weintraub, Habitar(nos) llega a España en 2024. En la capital española de Madrid, ofrece talleres y formaciones relacionadas a la mirada de las Escenas Matrices. Actividades que desembarcaron en Barcelona desde enero de 2025, con la coordinación conjunta de Aída Badii en Talleres de Escenas Matrices que se desarrollan entre enero y julio.
En la misma línea, este libro que recorre los cuadros psicopatológicos más frecuentes es espacio de encuentro con un otro que los padece, para reconocerlo y entenderlo. Para contactar humana y profesionalmente con el paciente –no solo como portador de un diagnóstico- y darle una mano que lo anime al próximo paso en el sendero no hollado de su crecimiento personal y humano.
https://www.mauricioweintraub-crecimientopersonal.com/proximas-actividades/
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