
Información en prevención y actividades físicas solidarias tuvieron un cierre activo con la charla sobre rehabilitación, detección temprana de Cáncer de Mama a cargo del Mastólogo y cirujano Dr. Francisco von Stecher de la Unidad de Mastología CEMIC y la Lic. Paula López Feijóo del área de Terapia Física del Instituto Universitario Cemic, seguida de la práctica de caminata nórdica junto a Marcha Nórdica Alas y Club de Marcha Nórdica Buenos Aires, participando del encuentro del Instituto Universitario CEMIC en Saavedra.
Los oradores de Caminando hacía la Salud compartieron información científica y prácticas en la clínica en un diálogo coloquial con pacientes, practicantes de marcha nórdica e interesados en actualizaciones e incidencia positiva de la movilidad física en la prevención de la salud.
El 70 % de los cánceres carecen de vínculo genético. Hay evidencia científica de que cultivar hábitos saludables coadyuva en reducir el riesgo de contraer la enfermedad o de tener recidivas en caso de ya ser paciente oncológico/a, mejora nuestra inmunidad, los parámetros hormonales y los factores inflamatorios, el ánimo, la socialización, la fatiga y la tolerancia a los tratamientos.
La actividad física -además de aumentar la resistencia a la insulina- reduce hormonas en vínculo con el cáncer, explica el Dr. Von Stecher, quien también ha participado como nadador en Travesía Rosa, donde cada brazada desde el Club Náutico hasta el Club CUBA, financia mamografías gratuitas para mujeres que carecen de acceso al diagnóstico temprano del cáncer de mama.
El cáncer de mama, en particular, tiene relación estrogénica. La obesidad, asimismo, produce un incremento de los estrógenos, por tanto, es relevante sumar actividad física, ya que, en su capacidad reductora de la producción hormonal, es un hábito que previene la enfermedad.
La Organización mundial de la salud (OMS) sugiere 150 minutos de ejercicio moderado, repartidos en la semana, por ejemplo, 20 minutos/día o 75 minutos de ejercicio intenso. La mayor intensidad, dependerá de nuestra frecuencia cardíaca y de nuestra capacidad motora, el equilibrio, la tonificación y la fuerza, para determinar la dosificación de manera personalizada, hay pruebas específicas. Durante el tratamiento de una patología, la práctica se adecua al estado clínico.
Pasar del sedentarismo al ejercicio físico genera una caída de un 15% en la posibilidad de tener Ca. de mama y un 30 a 40% de tener una recaída, en caso de que ya se tenga ese diagnóstico, y alcanza el 50% la reducción respecto de prevenir el Ca. de Colon. En cánceres de pulmón y páncreas, la evidencia es menor.
La charla en la sede Valdenegro del Instituto Universitario CEMIC contó con los aportes de la Lic. Paula López Feijóo, especialista en kinesiología, rehabilitación vascular y cáncer de mama quien amplió la introducción del Dr. Von Stecher al diferenciar actividad física de ejercicio físico. La primera, es la que hacemos cotidianamente al limpiar, pasear al perro, bailar, trasladarse a hacer las compras, subir al colectivo, hacer huerta o jardinería.
Aquí, moverse, si bien implica un gasto energético, es insuficiente. No contrarresta el sedentarismo que tenemos por el modo de vida actual. Por tanto, es necesario el ejercicio físico dosificado, pautado y controlado según nuestras capacidades motoras. El deporte -incluido dentro del ejercicio físico- tiene pautas y gestos técnicos motores que le son propios.
Como cirujano y mastólogo, el Dr. Francisco von Stecher, recientemente entrevistado en Radio Mitre, compartió que siempre tratan de hacer el menor daño posible al operar una axila cuando hay que realizar una linfadenectomia, la cual es parte del diagnóstico y tratamiento del cáncer y , aunque inicialmente hay sensibilidad y reducción en la movilidad, activar el movimiento evita el linfedema y colabora en reducir el avance de la osteoporosis, ya que además de los casos particulares, la medicación oncológica tiene un efecto adverso sobre los huesos.
Ratificando este punto, la Lic. Paula López Feijóo afirmó que, si bien antes se creía que había que restringir el movimiento, últimos estudios validan estar a favor del mismo para evitar y/o mejorar el linfedema sumando ejercicios de fuerza dosificados y personalizados para cada paciente.
Respecto de la Marcha Nórdica ofrece beneficios al activar el tren superior, favorece el trabajo respiratorio y cardíaco cuidando las articulaciones y colabora en recobrar la fuerza y el ánimo al ser una actividad socializante donde transitamos desafíos y logros en salud, con otros.
Cada vez hay más casos de mujeres muy jóvenes con cáncer. La prevención y la detección temprana, es primordial. Informarnos bien tomando los resultados de investigaciones científicas rigurosas que acercan a toda la comunidad de manera desencriptada es tan vital.
Es tan esencial como los aportes que nos llegan del compromiso integral de profesionales cuya labor no se reduce al consultorio. Caminan, nadan, acompañan… Comparten hábitos salutógenos de autocuidado que debemos incorporar, ejercicio físico, técnicas de auto detección, controles de salud y la consulta médica ante cualquier sospecha.
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